Datos sobre la ruta:
Aunque el último vídeo subido a la Web por Javi Avería describe y resume perfectamente la ruta del pasado sábado, dedicaremos unas palabras a la misma.
Vídeo resumen de la ruta (Por Javi Avería): https://plus.google.com/photos/118320861054895878160/albums/5720949565443128529?banner=pwa&gpsrc=pwrd1#photos/118320861054895878160/albums/5720949565443128529/5721033063648668098
Once Perdíos ancá Mario: Alberto, Ángel G.C., Ismael, Javi Avería, Javi Tiko, José (el Maestro), JuanCancellara, Mario, Miguel, Oliver y Sergio. No había ruta predefinida por lo que se fue improvisando sobre la marcha. A diferencia de otras ocasiones, el ritmo de salida fue bastante fuerte pero no fue más que un espejismo ya que nada más coger el desvío hacia Doña Blanca, cierta desgana se apoderó del ritmo y actitud del grupo. Pasamos por Doña Blanca y nos dirigimos hacia “donde derrapa…”, donde se había fijado una Meta Volante. Nada más superar la rampa de “los baños de Barna”, Alberto y Sergio toman unos metros de ventaja, y no porque fueran rápido sino más bien por lo despacio que iba el grupo. Ismael se une y viendo el parón sube el ritmo para abrir hueco. Sergio le sigue y tras preguntar por el lugar exacto de la Meta Volante, con una facilidad casi insultante pega un fuerte tirón y se va sólo, llegando primero a la Meta Volante. Poco después llega Ismael, algo más retrasado Alberto, y al rato… llegan Avería, Tiko y Mario. Quinto (entre los que puntúan) entra JuanCancellara seguido del resto del grupo.
(4º Puesto Meta Volante "Donde derrapa...")
Donde el año pasado se dieron largas y emocionantes disputas por la Meta Volante (aquí Avería siempre daba guerra desde lejos), en esta ocasión apenas hubo lucha. Antes de reiniciar la marcha se oyen los primeros comentarios sobre el ritmo y la desgana del grupo.
Tomamos rumbo a lo que posiblemente fue el único tramo ameno del día. El ritmo no era alto pero el ir en fila de a uno y los obstáculos del camino daban cierta emoción a la marcha. Todos nos acordamos de lo embarrado que generalmente había estado ese camino y de las múltiples caídas las otras veces que habíamos pasado por allí, en contraste con lo seco que está el terreno en la actualidad. Pese a todo, Sergio llegó a tocar tierra. Tal era el plan del día que incluso llegó a abrirse un pequeño debate sobre la naturaleza de un obstáculo del camino; ¿era árbol o era piedra?
Llegados al puente de la Pared, hubo sugerencias para parar ya a comer, pero por dignidad, seguimos el camino, al menos un tramo más.
Ya en el puente de La Antigua, paramos y aunque el desgaste había sido más bien nulo, reponemos fuerzas. Al menos, la parada es corta y pronto nos dirigimos hacia la “Casa de Heidi”, donde se fija el Premio de Montaña. De manera incomprensible hay quien se va quedando muy atrás a pesar de que el terreno no es especialmente duro. En el Premio de Montaña, y juraría que sin ser ninguno consciente de que era Premio de Montaña, pasa en primera posición Sergio, seguido de Ángel G.C., Alberto. Creo que Avería y Tiko también estaban allí, cuarto (entre los que puntúan) llega Ismael y el quinto puesto se decide una vez finalizada la ruta entre Mario y Oli, tratando ambos de recordar quien pasó primero por el lugar. Sin duda encontraríamos mayor espíritu competitivo y mucha más garra en el muñeco de Mimosín grabando su anuncio que en la mayoría de los Perdíos en la ruta del sábado pasado. Nos dirigimos hacia las Minas del Lobo y el ritmo que llevan algunos empieza a ser sonrojante. Cualquier tachuelilla del camino parece el Galibier a juzgar por el terreno que pierden y sólo Alberto y Sergio mantienen un buen ritmo en la parte delantera, acompañados casi siempre por Tiko. Por detrás, totalmente disgregados, cada uno avanza a su ritmo pero las distancias entre unos y otros son exageradas. La “pachanga” empieza a ser vergonzosa y algún compañero de los no habituales llama la atención sobre el hecho, cuestionando el sentido y el disfrute de tal planteamiento. Por costar, cuesta hasta decidir el camino a seguir, sustituyendo finalmente el descenso al puente de la Pared por el Cruce de los Cuatro Caminos. En el trayecto más de lo mismo. La melodía de Verano Azul silbando en nuestras mentes y un ritmo general (con excepciones) con el que Tito, el Piraña, Desi, Julia, Chanquete (que en paz descanse) y hasta el Barrilete hubieran sacado una minutada a más de uno.
Durante este trayecto (y empiezo a hablar en primera persona), decepcionado por el discurrir de la ruta y temiendo un “clásico” final, advierto a buena parte de los compañeros de mis intenciones de saltar en los últimos Km. pidiéndoles que salten ellos también del grupo o que me sigan pero que en ningún caso, se queden en el pelotón tirando y llevando en volandas a los “reservistas” hasta mi rueda. Intuyo comprensión e incluso aprobación en la mayoría de ellos y avanzo convencido de que esta vez, si quieren llegar por delante van a tener que currar y esforzarse solos y más allá de los tres últimos Km.
Bajamos hacia “donde derrapa…” y se produce el último reagrupamiento. Salimos en grupo y a pocos metros, tal era el ritmo que prácticamente sin querer, Alberto y Sergio toman una ligera ventaja. Poco a poco me uno a ellos y empiezo a mirar hacia atrás, donde siguen a paso “Bea y Desi”. Hablo con Alberto y Sergio sobre la posibilidad de irnos ya y Sergio me dice que espere, que es pronto, pero se acerca Avería y comenta que por detrás se están tocando las narices así que no se hable más, arranco fuerte y Sergio se viene conmigo. Tiro y tiro y por detrás nadie hace el amago de saltar ni de tirar. Enseguida se abre un hueco importante y en la última parte de la pista antes de girar a la derecha Sergio me da un relevo espectacular a la vez que me da indicaciones de cómo ponerme a rueda y sobre el desarrollo a mover. Sergio, consciente de que apenas puedo seguirle, adapta su ritmo al mío y así llegamos hasta el camino que nos lleva al riachuelo, donde Sergio advierte que el grupo ha parado por algún percance. Paramos los dos a la espera de que reanuden la marcha, y esperamos hasta que llevan un rato en marcha (para evitar posibles reclamaciones posteriores). Una vez en marcha, tomo la iniciativa y tiro fuerte para mantener la distancia respecto a los “reservistas” y esperando la llegada inminente de al menos Mario y Oli. Poco antes de la cuesta previa a Doña Blanca nos topamos con un rebaño de ovejas que ocupan todo el camino. Yo no estoy por echar por tierra el trabajo hecho y ante el cabreo del pastor y temeroso de la posible presencia de algún mastín, me abro paso entre las ovejas alcanzando finalmente la pista hacia Doña Blanca. A esas alturas ni miro hacia atrás aunque sé que Sergio está allí. Bajo hacia la carretera y veo que la distancia respecto al grupo es grande (Mario y Oli no tiran pero tampoco saltan del grupo por lo que no debían tener demasiado interés en la ruta) y la lucha ya es por la victoria. Sergio, infinitamente superior y sobrado de fuerzas, me dice que no me va a disputar la llegada y aunque le digo que tire y gane, el insiste y se queda por detrás a unos metros de distancia. Llego primero seguido de Sergio. ¡Muchas gracias Sergio!
En la parte final, Mario y Oli saltan del grupo y en un disputado final Mario se impone en los últimos metros. En el sprint del grupo, Ángel G.C. entra quinto, sexto es JuanCancellara y séptimo José el Maestro. En el grupo entran Avería y Tiko. Miguel entra octavo entre los que puntúan y Alberto llega retrasado con problemas musculares.
(Sprint por el 3º y 4º puesto)
(Sprint por el 5º - 7º puesto)
Debo decir que la verdad es que salté con la única intención de llegar antes que los “reservistas”, y de hecho, de haber saltado antes Mario y Oli, me habrían cogido fácilmente ya que a la altura de la carretera yo ya iba muy justito pero salió así y de una forma u otra, se puede decir que “los gorditos también ganan”.
Creo que este año se va a echar mucho de menos la combatividad de Avería y Tiko, aunque menos mal que al margen de los más fuertes del grupo, gente como Fran o Paco Schleck están ahí dándolo todo de principio a fin. Tan sólo espero que no falten demasiado.
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